La ronda de la vida, un libro que confirma que su poesía está más viva que nunca. Si en "Inmovilidad de los barco"s (1997) Peri Rossi había escrito: Líbranos, Señor, / de encontrarnos, / años después, / con nuestros grandes amores , en este libro la vida se revela como un juego de azar que desoye sus oraciones y vuelve posibles los reencuentros con el pasado; Me hubiera quedado con el dulce y doloroso recuerdo , escribe ahora la poeta, con la gracia que la caracteriza. Pero Cristina Peri Rossi es, ante todo, una romántica -como ella misma se define- y por eso, frente al dolor, la vejez, la soledad, y la melancolía que se conjuga como un verbo, frente a las injusticias del mundo y las leyes irrefutables de la vida, ella reivindica el amor -como fusión de cuerpos y también como recuerdo y como fantasía- y el sentido del humor. Y mantiene, siempre fiel a sí misma y a su estilo, su ironía dulce y compasiva, su mirada aguda de niña todavía capaz de encontrar belleza en una orquídea o en los ojos de un perro, y su firme devoción por la palabra y por una lengua a la que se siente pegada como el feto a la madre .