Inestimable como muestra de una prosa menos conocida dentro de la Edad de Plata, la de las mujeres de la Generación del 14, el rescate del olvido de Matilde de la Torre hace justicia a una escritora silenciada por multitud de motivos, desde los obvios como perdedora de la Guerra Civil y exiliada, hasta su infravaloración como mujer y folklorista asociada al agro y la Montaña, lejos de los circuitos culturales, literarios y feministas de Madrid.
La recuperación de las mujeres escritoras e intelectuales de la Edad de Plata, entre ellas sus familiares Consuelo Berges, María Blanchard, Josefina de la Serna y Espina, con quien terminó enemistada en parte por esta novela, ofrecen un marco de reivindicación previo en el que incluir esta obra epistolar y feminista e incorpora un texto más a la creciente biblioteca del feminismo temprano español.