El veganismo, más allá de una manera de alimentarse, supone una filosofía de respeto hacia todos los animales. Por ello, ser vegana se refiere a no comer ningún producto de origen animal (carne, pescado, huevos, leche, miel...) así como a no vestirse con piel o lana, por ejemplo. Las personas vegetarianas suelen tener menores índices de obesidad y una buena salud cardiovascular, a menudo relacionado todo ello con un estilo de vida global más saludable. Si a ello le sumamos el menor impacto medioambiental y una elección de alimentos más enfocada a la justicia social, se perfila como una opción responsable y comprometida con el futuro de todas. Adoptar una alimentación vegana es mucho más fácil de lo que parece en un principio. Con las estupendas recetas de CreatiVegan y los consejos de Lucía Martínez, el paso será sencillo, sorprendente... y delicioso.