No resulta fácil encontrar, en la logia mayor de la literatura española contemporánea, una observadora de la cotidianidad tan aguda, profunda y lúcida como Carmiña Martín Gaite. En los diez magistrales relatos que componen El balneario, se incluye el que da título al libro y que obtuvo el premio Café Gijón de novela corta 1954.