Enero de 1939.Frida Kahlo llega a París. Durante su estancia es acompañada por Michel Petitjean, enlace con la galería en la que expone al que regala como despedida uno de sus cuadros: El corazón. La obra ocupa un lugar en su casa. Años después el hijo de Michel recibe una inestperada noticia sobre su padre y decide investigar esas vibrane semanas con Frida Kahlo.