"Ya sabes que soy una defensora de las emociones, que las considero esenciales como forma de conexión entre las personas y para lograr que cada momento de nuestra vida sea único. Me gustan las emociones pero no el dramatismo. Las emociones deben ser reales, hondas, sinceras. Considero mezquino el chantaje emocional. No me gustan las personas que tienden a presentarse a sí mismas como víctimas. Detesto el derrotismo y la autocompasión".
"Ya sabes que soy una defensora de las emociones, que las considero esenciales como forma de conexión entre las personas y para lograr que cada momento de nuestra vida sea único. Me gustan las emociones pero no el dramatismo. Las emociones deben ser reales, hondas, sinceras. Considero mezquino el chantaje emocional. No me gustan las personas que tienden a presentarse a sí mismas como víctimas. Detesto el derrotismo y la autocompasión".